1. Todos los datos deben pasar por un nodo central (como un switch o hub) para permitir la monitorización unificada del tráfico, el control de acceso y la implementación de políticas de seguridad.
2. La falla de un solo nodo o enlace no afectará el funcionamiento de otros dispositivos.
3. Los nuevos nodos solo necesitan conectarse al dispositivo central, sin modificar los enlaces existentes.